jueves, 31 de enero de 2013

Hoy 31 de enero vuelvo a retomar este blog que ya había cerrado hace un año.

Al inicio del 2012, escribí la primera entrada de Mis 30 Días de Zumba. Todo un mes haciendo Zumba, en casa y en mi gimnasio de Basilea, el Joggeli Fitness Center. Fue un reto, pero al mismo tiempo un placer, pues desde hace un par de años que soy una admiradora de la Zumba.

Y no pude empezar mejor el 2013, pues la ilusión de ser instructora de Zumba se cumplió. A partir del 9 de enero imparto dos clases: Zumbafitness y Zumbatomic. En una escuela de mi colonia. Ha sido algo que realmente no esperaba y gracias al apoyo de mi esposo y de muchas otras personas, que cada miércoles veo realizada esta ilusión.


Una puerta que se abrió

Ese primer miércoles, se abrió una puerta en mi vida. Una oportunidad de ejercer mi gusto por el deporte y por la posibilidad de volver a ser maestra. Desde entonces que vuelvo a tener el contacto con niños impartiendo un poco de español, mostrándoles las rutinas de baile moderno como pop, regaeton, salsa, y hip hop. Hasta estamos bailando música country, al estilo del mexicano Lorenzo Antonio. Mis hijas también son mis alumnas. Hasta el momento nuestra relación mamá-hija-maestra va muy bien. ¡Por suerte!


En enero, se abrió una puerta más en el mundo de la Zumba

Desde la primera clase se llenó ese vació por enseñar que desde la maternidad, sólo lo dedicaba a mis dos hijas. Me he sentido muy motivada bailando con mis alumnos de cinco y diez años. Me gratifica mucho ver cómo les gusta bailar y cómo aprenden coreografía tras coreografía. Están aprendiendo muy rápido y mi trabajo es llevarles nuevas canciones. Me estoy apurando en memorizar nuevas coreografías. Pero más que una obligación es un placer.

La clase de Zumbafitness es mi Zumbaparty de los miércoles. Ahí bailo con las mujeres que conozco, que viven en mi colonia e incluso asiste la maestra de mi hija mayor.  Cada miércoles entrego todas mis energías y sobre todo la pasión por bailar. Claro, que los caballeros también están invitados, pues no es un curso exclusivo para mujeres, ni para mamás.

Estoy muy contenta por ser un miembro de la comunidad Zumba. Desde octubre del 2012, soy miembro ZIN. Esto significa Zumba Instructor Network. Me he capacitado en la ciudad de Basilea, Suiza, en donde vivo, para ser maestra de Zumbafitness y de Zumba para niños, Zumbatomic. Este curso lo realicé en diciembre del mismo año.



Desde entonces, recibo material de vídeo y audio para mejorar mis rutinas. La verdad, me siento muy acompañada en la impartición de Zumba. También me siento muy comprometida en dar mis clases de acuerdo a la política de la compañía. Gracias al Internet estoy en comunicación con la comunidad de otros instructores como yo. Cada quien le pone su toque a la Zumba, pero bajo los mismos parámetros. Para mí, el básico es el de incluir setenta porciento de música latina en mis clases. el restante treinta, lo integran melodías de otros países.

Zumbafitness fue elegida la Compañía del Año en Estados Unidos. Y no es para menos. Porque Zumba no es sólo una marca, es una familia que se está extendiendo en todo el mundo. El año pasado alcanzó presencia récord en Asia del Sur, Brasil, Italia y Rusia.

Ya lo había dicho en Mis 30 Días de Zumba: Gracias Beto Pérez por tu logro de impulsar la música latinoaméricana por el mundo. Y la cultura se extiende, pues la música de Zumba incluye música árabe, rusa, española, africana y hasta rusa. De todo el mundo, porque el fenómeno Zumba es universal.

Definitivamente este año seguiré capacitándome en otros cursos de instructor de Zumba. Mi deseo es hacer uno para personas que no pueden asistir a una Masterclass. Me refiero a la Zumba Gold, dedicada a personas con alguna lesión o bien, aquéllas de la tercera edad.

Mis agradecimientos

En Mis 30 Días de Zumba, le agradecí a su creador por esta idea de llevar la música latina a todos los hogares del mundo. Durante mi aprendizaje en una clase en vivo, aprendí mucho de mis instructores en Basilea. De la escuela Migros, de mi gimnasio Joggeli Fitness Center y de otros instructores independientes. Ellos me contagiaron de su pasión por el baile y claro, me ayudaron a mejorar mi condición física y por consecuencia mi figura. A ellos les estoy agradecida por sus clases.

A mi amiga, Elizabeth Streit, que me motivó en todos los momentos para convertirme en Instructora de Zumba. Ella es maestra e imparte sus cursos en Estados Unidos. Mi esposo se ha convertido en mi principal columna para que mi sueño de instructora sea ahora una realidad. Con su ayuda fue posible que pudiera llenar los requisitos oficiales para utilizar el recinto en donde imparto mis clases. Y claro, el personal del mismo que me ayudó a resolver mis dudas.


También estoy feliz porque el acompañar todos los días a mis hijas en su caminito de la escuela, me abrió contactos para repartir mis folletos informativos. Todos los días distribuyó información a otras mamás o papás que desde hace cuatro años conozco. Son mis vecinos de la colonia quienes me están apoyando en estos cursos.

He tenido muy buenos instructores en mis cursos de capacitación de Zumba. Con Nicole De Virgiliis aprendí la importancia de la comunicación no visual para un instructor. De Jaromir Cremers, los trucos para lograr la atención de los niños en las clases de Zumbatomic.

El 9 de febrero celebraré mi primer mes como instructora de Zumba. Espero seguir impartiendo por mucho tiempo estos cursos. Cada miércoles que regreso a casa y platico con mi marido sobre mis clases, experimento una inmensa felicidad y un deseo de seguir aprendiendo nuevas coreografías para llevarlas a mis cursos. Ya estoy preparando la segunda coreografía del curso Zumbafitness. Mi canción favorita es Inténtalo de 3 Ball Mty. De verdad, como dice el corrido de Monterrey: Tengo orgullo de ser del Norte.

Y la música de mi ciudad, le dio la vuelta al mundo. ¿A poco no es maravilloso? ¡Qué viva la Zumba!