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| Con Shellie y Billy Blanks |
La clase se llevó a cabo el martes 2 de febrero en Liestal. En Basilea, Suiza. Conseguí el último boleto, como me escribió el organizador.
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| Blanks preparándose para la Master Class |
El gimnasio de la escuela suiza estuvo lleno. Muchos jóvenes, quizá pocos como yo, que lo han seguido desde años atrás. Jamás hubiera pensado en tomar una clase con mi ídolo del Tae Bo.
Cómo fue que me volví seguidora del Tae Bo
Hace 15 años empecé con los vídeos de este deporte. Cuando vivíamos en Viena, Austria, inicié a practicarlo. Fue durante una visita a Estados Unidos cuando el Tae Bo capturó mi atención. En una tienda compré mi primer vídeo. Al llegar a casa lo probé y me encantó. Así nació mi afición.
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| Con su hija, Shellie Blanks Cimarrosti |
Lo mejor fue cuando empecé a ir al gimnasio y a tomar clases de Tae Bo en grupo. Tuve muy buenas experiencias y mi gusto por este deporte se hizo más intenso.
Cuando llegamos a vivir a Hamburgo, Alemania, continué con las clases de Tae Bo en el gimnasio. En esta ocasión, las clases incluían practicar con el saco de box. Al nacer mi primera hija interrumpí la práctica de este deporte.
Fue hasta el nacimiento de mi segunda hija, en Basilea, Suiza, cuando reinicié con los vídeos de Billy Blanks. Y esta vez en DVD. El placer me duró hasta que probé la Zumba. Fue así como terminó la práctica del Tae Bo.
No terminé del todo. He tenido etapas en las que practico constante en casa, con mis DVD.
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| Una gran experiencia |
La verdad, cuando compré mi boleto, tuve dudas de aguantar las dos horas de clase. Pero gracias al Zumba, pude terminar la clase. La Tae Bo Master Class.
Como en muchas compañías, en esta también ocurren cambios. Y desgraciadamente separaciones, como nos platicó Blanks. Ahora, él y su hija Shelly planean la versión 2.0 de Tae Bo. En esa Master Class tuvimos la oportunidad de conocer la técnica. La nueva generación de Tae Bo. De todo corazón, les deseo a su creador y seguidora todo el éxito del mundo en sus nuevos proyectos.
La clase terminó. Tuve mucha suerte de que los suizos no hicieron filas para hacerse una foto con él. No había filas enormes interminables. Al contrario, sólo unos cuantos nos formamos y tuvimos la suerte de captar este momento con nuestras cámaras. Como buena seguidora del Tae Bo, me llevé uno de mis vídeos.
Así terminó esta bonita experiencia. Mi deseo será continuar con la clase de Tae Bo. Mientras encuentro una clase en vivo, seguiré practicando en mis tiempos libres, cuando me de tiempo de mi otra pasión deportiva, la Zumba.
¡Gracias por leerme y que tengan una bonita semana! Nos vemos en la siguiente entrada de Mis 30 Días de Zumba.
