jueves, 2 de julio de 2015

Zumba Fitness: It is a Small World after all!




En plena Zumba Party. Foto Nuccio Mastrogiacomo



En estos días, donde todavía leemos sobre crímenes raciales, religiosos y culturales, es un alivio entrar en una atmósfera en donde todos somos iguales, todos estamos unidos bajo el ritmo de una pasión: la Zumba.

Sí, soy una adicta a la Zumba. Me encanta bailar. Durante mi infancia en México el baile fue un elemento muy importante desde mi educación primaria. Afortunadamente sigo bailando, gracias a la práctica de la Zumba.

Entrar a una clase de Zumba es olvidarse de los prejuicios de cualquier índole. No importa nuestra procedencia, nuestro color de piel, nuestro idioma, todos disfrutamos de la música.



Todas las culturas unidas en la  Zumba Convention



Vivo en Suiza, un país con un alto índice de migrantes. Desde que voy al gimnasio a practicar la Zumba, he estado en contacto con mujeres de muchas nacionalidades, pero también con suizas, con basileas, originarias de esta ciudad en donde resido.

Ese es el milagro de la Zumba. Además de mantenerse en forma, es un medio para socializarse. Al menos esto me ha ocurrido. Le doy gracias a la Zumba, porque me ha acercado a nativos de este país europeo, quienes igual que yo, comparten la pasión por la Zumba.



¡Orlando, pronto te visitaré otra vez!




Si pudiera ejemplificar este fenómeno en el mundo de la Zumba, les diría que es como ir al Small World en Disneylandia. En esta atracción todo es perfecto. Los pequeños y los no tan pequeños, disfrutamos de la armonía cultural que cada muñequito nos transmite. Así es en la Zumba, tantas nacionalidades, idiomas y diferentes estilos de baile se funden en un sólo camino. La armonía.

Sí, aunque parezca idílico e imposible, en la Zumba no hay barreras. Nada mejor para explicarlo con mi experiencia en los eventos locales, nacionales e internacionales.



¡Vámonos a la Zumba Party!




Todos unidos por la misma pasión



Obviamente estos lazos de amistad internacionales los vamos viendo a partir en que iniciamos nuestras clases de Zumba. En las llamadas Zumba Parties, empezamos a conocer a otras adictas como nosotras. En mi caso, empecé a asistir a los eventos de mi ciudad. Mi amiga Sugey y yo disfrutamos tres horas de Zumba. Eso sólo era el principio. Le siguieron otros eventos con María y Karla, entre otras chicas que fui conociendo.

Nuestros eventos empezaron a hacerse nacionales cuando asistimos a ciudades como Berna, Zurich, Delémont y Arau. En estas Zumba Parties fui conociendo a otras zumberas, especialmente chicas latinas como Saby, Bea, Ana, Marysol y otras chicas suizas.



En la Fiesta Mexicana




Casi estoy por cumplir un año de haber asistido a mi primera Zumba Convention, en Orlando, Florida. Fui sola, con mi familia. Mientras ellos se divertían en los parques de atracciones, yo me la pasé en los talleres de la Convention. Conocí a la europea Cindy, y volví a ver a mi compañera del curso Zumbakids, Federica.  Este año, me espera un nuevo grupo de zumberas que he conocido en Europa, y que también estarán conmigo. Y claro, Claudia, mi paisana de Monterrey, a quien conocí en el taller de Fiesta Mexicana.

Y esto es sólo el principio. Estoy segura que mis amistades zumberas irán aumentando. En mayo asistí a la Scandinavian Fitness Party, en Copenhagen. Ahí conocí a Sandra, de Alemania y a Lillian, de Malasia. Una experiencia que sólo la tengo a través de la Zumba.



Scandinavian Zumba Fitness Party



Sí, vivimos en un mundo en guerra. Cristianos y árabes están en conflicto. Tantos problemas para ponernos de acuerdo. Pero a través de la Zumba, todos nos comunicamos y nos enfocamos en un sólo tema: bailar al ritmo latino y de otras nacionalidades. Si todo fuera tan fácil como esto, tendríamos menos problemas. Espero la vida nos de la oportunidad de seguir uniéndonos sin importar nuestro origen, ni nuestras convicciones religiosas. Por lo pronto, seguiré bailando y asistiendo a todos los eventos de Zumba de mi entorno y en otros países para seguir disfrutando de este milagro de la Zumba. ¡Gracias por leerme en Mis 30 Días de Zumba! ¡Hasta la próxima, después de la Zumba Convention en Orlando!