domingo, 15 de enero de 2012

Día 15: Zumba combinada con patinaje

Hoy me da mucho sentarme a escribir el día 15 de mis 30 Días de Zumba.

Los días pasan volando y mañana empiezo la tercera semana de mi reto de fin de año. Y bueno, este fin de semana se cumplió, sin propónermelo, un reto que tenía pendiente desde hace mucho tiempo: ponerme unos patines para patinar en hielo.

A mis casi 42 años, no me hubiera atrevido tan fácilmente a hacerlo, si en estos todos años no lo hecho, cómo lo iba a ser de repente. Pero bueno, lo que no hace uno por los hijos. Resulta que este año Bianca va a ir a patinar con su jardín de niños. Janina ya había hecho un curso hace como dos años y bueno, nos faltaba iniciar a la chiquita. Y a la mamá, así es que aprovechamos que éramos dos y nos fuimos a la pista de patinaje Margarethen, en Basilea.

Cuando llegué al inicio de la pista y antes de tocar el piso congelado, ya me estaba cayendo. Me dije no, esto no es para mí. Así me quedé por unos veinte minutos, hasta que de repente, empecé a hacer mis pininos. Bianca se cayó un par de veces, pero se levantaba sin problemas, como todos los niños y seguía. Yo practiqué a pasitos, hasta que al final le terminé dando la vuelta a la pista. Antes de llegar al inicio, me dí mi primer sentón y me dolío hasta el alma. Por suerte, ya olvidé el dolor, y lo seguiré practicando. La verdad me sentí muy contenta en primer lugar, porque no me pasó un accidente, y porque puedo seguir con mi zumba. Uno nunca sabe. Y segundo, porque finalmente conseguí algo que tenía muy olvidado por hacer.

Necesito decir que las vueltas me salen mejor que la patinada, quizá porque de niña patiné con patines normales, hasta que tuve un accidente a los 26 años y me fracturé el tobillo. Los que me conocen se han de acordar. El accidente sucedió dentro de la casa, cuando entré con patines a la cocina y pasé cerca del platito de agua de mi perro. De esos errores se aprenden. Cuestan, pero sirven de por vida, especialmente cuando se tienen hijos y se aprende que escatimar demasiado nunca sale sobrando. Seguiré intentando el patinaje en hielo y mejoraré la manera de levantarme cuando me caiga.

Y bueno, aquí les dejo estas imágenes para que me vean patinando.

Bueno, y volviendo al tema del asunto, mi zumba. Me da mucho gusto que hoy bailé más de lo programado, porque por la tarde zumbié con el DVD de Flat Abs, de 17 minutos y luego me quedé picada, por lo que hice por primera vez, el DVD de Activate. los primeros 18 minutos.

De este vídeo, me encantó la melodía de Quebra as Cadeiras, la misma canción que mañana lunes, bailaré en la clase de Claudia. Y para mi buena suerte, en este DVD viene también la canción de la vida es un carnaval, con una rutina diferente a la que baile ayer. Perfecto, he terminado mi propósito de bailar zumba totalmente feliz.






Por la noche, antes de dormir tomaré una tina, porque la mezcla patinaje y zumba me han dejado agotada. La corridita la he pospuesto, pues patiné, cosa que no hago ni haré todas las semanas. Así es que a más tardar iré el martes por la mañana a correr. Espero ansiosa la tina para relajarme en el aceite de árnica, no debo de olvidar que mañana viene la clase de Claudia en el Joggeli, y eso, es todo un reto. Tengo que estar en forma para su rutina de zumba. Además, empiezo mi tercer semana. ¡No puedo esperar para que lleguen las diez quince y empezar a zumbear!

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