Antes de escuchar las campanadas que despidieron el 2011, tuve esa idea. Proponerme una meta de 30 días de hacer todos los días zumba. De manera combinada, en la clase de mi gimnasio, y en la sala de mi casa, con la ayuda del vídeo.
 |
| Uno de mis acompañantes durante estos 30 días |
Mi idea no es original. Durante las vacaciones de Navidad, leí un díario de 3 meses de yoga, de la alemana Susanne Fröhlich, quien durante este tiempo practicó todos los días esta disciplina, con un mínimo de 15 minutos. El libro se llama der Hund, die Krähe, das Om und ich! Traducido al español como el perro, el gallo, el om y yo. Le doy gracias a mi esposo por regalármelo de Navidad. La periodista fue la inspiración para este blog.
Me he propuesto seguir su ejemplo, aunque para mí, ejercitarme con la zumba no es un problema como lo era el yoga para ella. Por eso se propuso ese reto. Hacerlo por 3 meses. Terminó convertida en una admiradora del mismo.
Mi deseo es continuar bailando zumba a diario, más de esos 30 días. La meta es el 30 de enero, pero el reto secundario es lograrlo hasta el 15 de febrero, cuando el propósito se vea limitado por la entrada de las vacaciones escolares. A diferencia del yoga, practicar zumba en el cuarto de un hotel es casi imposible. Quizá durante este tiempo pueda practicar yoga, disciplina que me agrada, durante nuestro viaje en febrero.
Estoy asistiendo a dos clases por semana de una hora, los lunes y jueves. Los demás días practicaré en casa con los DVDs. No habrá pretextos. Ese es mi reto.
A partir de hoy, le doy la bienvenida por completo a la Zumba de manera oficial, pues ya había entrado de manera positiva a mi vida. ¡Gracias Beto Pérez por hacerlo popular!
Todos los días estaré escribiendo en este blog mis experiencias con la zumba. Aquí estaré informándoles de todos los pormenores o de todos los obstáculos que espero no se presenten. Animo, a bailar zumba en enero y durante todo el año.
¡Feliz 2012! ¡Que sea zumbantástico!
No hay comentarios:
Publicar un comentario