viernes, 6 de enero de 2012

Sexto Día, haciendo amiguitas

Los días pasan rápido, y ahora estoy aquí, platicándoles sobre el sexto de Mis 30 Días de Zumba.

Hoy fue un día fuera de lo normal, pues mis labores de la mediodía, se transformaron. En lugar de recoger a las hijas de su jardín de niños y escuela, me fui al diez a las doce, a mi gimnasio. Mi esposo fue por ellas y les dio de comer. Así fue como yo, tranquilamente y sin prisas, me dediqué a mi pasatiempo favorito del momento. Bailar zumba.

Al llegar al gimnasio, tuve que pagar diez francos, porque con mi membresía Silver, no puedo ir a las clases del mediodía. Con todo gusto lo hice, pues hoy fue una excepción. Mi marido tuvo el día libre, porque en Alemania no trabajaron, fue asueto por el día de reyes.

La instructora de la clase del día de hoy, fue Claudia. Con ella voy a la clase del lunes. Hoy estuve entre las chicas trabajadoras y alguna que otra estudiante. Rostros que nunca antes vi.

De la clase de Claudia, me gusta mucho sus coreografías, porque además de dar zumba, es maestra de salsa. Así es que sabe los pasos básicos de la música latina. Es italiana, mamá de gemelos de dos años, así es que trae la música en la sangre. Además de estas características, su clase es una verdadera prueba a la condición, porque damos brincos, vueltas y pone excelentes ejercicios para la zonas problemáticas femeninas. Es una sesión de abdomen, pierna y pompis, como las clases que en alemán se conocen como Bauch, Beine y Po. Y todo esto, tan difícil y aburrido, se transforma cuando Claudia pone sus melodías cien por ciento latinas.

En la clase de los lunes estoy risa y risa, explicándoles a mis amigas de habla italiana, lo que estamos oyendo en español. Melodías como meneando la cola, el amor, el amor, o la vecina, retumban en mi oído al bailar zumba. La que me encanta es la de Ay papacito, y ni que decir la de el baile del nene. Con eso, ya tengo buen humor, garantizado para todo el día.

http://www.youtube.com/watch?v=NYLY7MTxQ_U&feature=related


De verás, que si estuviera todavía estudiando mi profesión, de comunicadora, tendría material de sobra para analizar todo el contenido de las canciones que escuchamos en la clase de zumba. Las canciones dan material para analizar, como aquélla cuyo coro dice: dónde tu mamá te tuvo, dónde fue que te parió, o la de quítate los pantalones. Existen otras dulces como aquélla que coreamos de quiero volver a mis veinte.


http://www.youtube.com/watch?v=MpBRB-BCC5g&feature=related.  Esta canción se llama La mujer de mi vecino, del vídeo de cinthiacunillera.  Por si no se ve directo.


En esta clase asistieron muchas jovencitas, de mi generación habíamos pocas, y bueno, mi vecina de baile, era una generación mayor a la mía. El grupo no fue numeroso y todas tuvimos suficiente espacio para bailar. Si pudiera ir, iría los viernes por las mediodías, pero mis pollitas me esperan para alimentarlas y escuchar sus aventuras escolares. Por eso valoré mucho este día, pues fue la excepción a la regla y pasará mucho tiempo para volverlo a repetir.

La verdad que ir al gimnasio me gusta mucho porque hago algo para mí. El tiempo que paso en mis clases de zumba es maravilloso y bailar con ritmos latinos es volver un poco a mis orígenes. Pero también me ayuda mucho a socializarme en la cultura en la que vivo. De verdad, es un contacto muy sano, desde el punto de vista de la simpatía, porque las suizas que van a esas clases, van atraídas por la cultura de la música. Probablemente han ido de vacaciones a un país de habla hispana, o incluso, ya pueden hablar el idioma. También, porque les gusta el baile latino, además de que hacen ejercicio.

Pero el día de hoy fue muy especial porque recibí un cumplido muy bonito, y del corazón. Una chica, que nunca había visto, porque sólo va a la clase de zumba los viernes, me dijo que bailaba muy bonito y que se vea que traía la música en la sangre. Le dije que sí, porque era mexicana y probablemente ella esquiaba mejor que yo.  Casi, casi, le dije, pues sí, zapatero a tus zapatos. Luego nos fuimos caminando al estacionamiento y platicamos sobre los diversos instructores de zumba que el gimnasio tiene. Me gusta esta manera de aculturizarme. Creo que la zumba, une fronteras y culturas. Y en estos días de tantos conflictos interraciales, es algo que vale la pena fomentar y vivir.

Bueno, la semana de trabajo y escuela terminó. Vamos a ver cómo me organizo el fin de semana para bailar zumba. Por lo pronto, les dejo estos dos vídeos de You Tube, las coreografías son casi igualitas a las que bailamos en mis grupos. Con una exactitud de un noventa porciento. Buenas noches, que tengan sueños zumbareparadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario