Día 26: ¡Me urge una Zumbaparty!

Pues aquí estoy de nuevo, contándoles cómo me fue en el 26 de mis 30 Días de Zumba.

Hoy fue un día en dónde pude bailar zumba en vivo, en la clase de Marien, nuestro instructor del Joggeli. Así es que fue Zumba a la Cubana.

Siempre me ha gustado su clase. Desde agosto vengo diciéndole a mis compañeritas, que me gusta la clase del jueves, porque es menos brinco y más baile. Pero ahora me retracto. Desde enero, el maestro llegó con nuevas rutinas y con más ejercicios para las zonas problemas, entendidas éstas como barriguita, pierna y pompis. Me encanta como les dicen en alemán: Bauch, Beine und Po, con su abreviatura de BBP. Cuando se lee esto en un programa de cualquier gimnasio, ya sabes a lo que vas. Pero bueno, el maestro cubano, le ha agregado brazo y cintura. ¡Qué barbaro! Hoy sí que siento todo mi cuerpecito. Mi marido dice, ya ves, es que funcionó el entrenamiento. ¡Ay mamacita! ¡Cómo me duela! Me urge un masaje.

Creo que exageré en la rutina de la samba. Puso dos canciones brasileñas y una que tenía el típico paso de samba, de mover los pies hacia atrás, de manera alternada y a mil por hora.  La baile como si fuera la última samba de mi vida. ¡Gracias a dios no di el azotón! En verdad que estoy a gusto con mis zapatos especiales para danza, pero se mueven casi solos, que casi derrapan, Por eso me sale la samba tan bien, por los zapatos. En fin, en cada clase agradezco a mis zapatitos que se hayan dejado dirigir por mí, y no al revés.

Lo demás fue una serie de canciones que ya conocíamos. Pero hoy, nos puso por segunda ocasión una coreografía de Shakira, con Rabiosa. ¡Grrr! Lo siento por los dos caballeros de nuestro curso, pero ahí estábamos todas bailando bien coquetonas, porque el instructor, puso una coreografía bien padre, haciendo alusión a esta bella latina. Creo que a todas les gustó. Al menos esa impresión me dieron sus caras. Aquí les dejo una coreografía que encontré que se parece a la que nos pusó Marien.

Bueno, amigas, amigos, mañana empiezo mi día 27. Me están llegando los nervios. Lo que sí les puedo decir, es que me urge una Zumbaparty. En noviembre, fui a la primera en el Gimnasio del Joggeli, cuando tuvo su aniversario y me la pasé divertídisima. Además de que me acompañó mi amiga Elizabeth, quien es instructora de zumba en Estados Unidos. Fueron mis mejores dos horas de baile. Espero pronto se organice una y pueda asistir. A partir de esta Zumbaparty, comprendí que el baile no lo puedo alejar de mi vida. De alguna manera siempre tendrá que estar presente, sea con zumba o sin zumba. Pero mejor con zumba.

Les deseo una buena noche y los invito a bailar en casa, con esta rutina de Rabiosa. ¡Adiós! ¡Grrrr!