martes, 24 de enero de 2012

Día 24: corridita y comida con los suegros

Hoy es el día 24 de mis 30 Días de Zumba.
Se está pasando rapídisimo este reto.

Pues resulta que hoy tuve la mañana libre hasta las dos de la tarde. Mi hija mayor se quedó en su coro escolar, y la pequeña se quedó a comer en su jardín de niños. Salchichas con Rösti, un plato típico. Lo que acompaña a la salchicha es un platillo hecho a base de papa rayada y dorada.

En fin, la mañana iba a ser larga y tenía muchos planes. Después de tomar un café y leer el periódico local, no tenía muchas ganas de irme a correr. El clima estaba horrible, nada apetecible. Pero me puse mi atuendo deportivo y sorpresa, antes de irme por la avenida, salió el sol. Fue una mañana fría, de unos cinco grados, apróximadamente, pero correr bajo el sol fue maravilloso.

Corrí ida y vuelta por mi avenida en 28 minutos. Como ya tenía energía, decidí seguirle. Corrí hasta la avenida Aeschenplatz otros 7 minutos. Cuando iba corriendo vi a mi suegra en la parada del tranvía, en la estación Hardstrasse. Justo ayer la habíamos visto Bianca y yo en el súpermercado, y sabía que tenía mi mañana libre, así es que hoy me invitó a comer, de manera espontánea, al estilo mexicano y sin tanta planeación.

Imposible no ir a correr con el clima de esta mañana

Después terminé corridita de 35 minutos en total y regresé a la casa a prepararme. En menos de lo que me di cuenta, ya eran las once y media. La mañana libre se estaba terminando de volada. Al veinte a las doce me fui y mis suegros me estaban esperando en su Residencia para la Tercera Edad, o asilo de ancianos, como se le quiera llamar.

Tenía apetito, y lo que me esperaba era una comida de gourmet. Mis suegros viven en el Tertianum. Esta residencia para la tercera edad y todos los días van al Comedor por la mediodía. Los consienten mucho. De entrada comí una sopa hecha con la raíz escorzonera que aquí en este país de habla alemana se le conoce como Schwarzwurzeln. Muy rica, luego un bufete de ensaladas. De plato principal, los tres escogimos risotto con camarones y de postre helado con espreso. Creo que fue la comida ideal después del deporte.

En fin, al diez a las dos ya estaba esperando a mi hija mayor, o mejor dicho, ella me estaba esperando a mi. Después recogimos a la menor y tuvimos una relajada tarde. Ellas olvidaron ese día que tenían mamá, y se pusieron a jugar en su cuarto.

Por la tarde y antes de cenar, fue el tiempo para hacer zumba. Hoy escogí el ejercicio Flat Abs. Después iré a tomar una tina porque hoy si que estoy un poco cansadilla.  Mañana es miércoles y vienen todas las actividades infantiles juntas. Claro, con la zumba que engalana mi día.

Les deseo una buena noche y ¡hasta mañana corazones zumberos!

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